miércoles, 16 de junio de 2010

Déjame partir

En ese momento pensé qué hice de mi vida
en qué se convirtió esta especie de procesión
la que se lleva dentro y nadie ve.
Ahí me dije que ya no quería vivir más así
y te pedí que me dejaras partir.
Sé que se sufre, sé que siempre el recuerdo va a quedar
pero necesito cortar nuestras amarras
te devuelvo la libertad aunque con ella venga el dolor.
Necesito partir, ya no tengo nada que hacer acá
y tú sólo me atas con ese cordón umbilical cariñoso
sin poderme liberar.
Déjame partir.
Sólo me queda tu amor pero ya no es suficiente.
Primero necesitaba amarme a mí misma y nunca lo logré.
Por ello quiero partir, a recorrer nuevos aires,
a reencontrarme con la energía que tiene todo ese universo que me espera.
Déjame partir. Te estaré observando un segundo, una vida, por toda la eternidad.