lunes, 27 de agosto de 2012

Imágenes, sonidos y aromas

Un prado lleno de flores silvestres o una playa desierta, el sonido del mar inundando mis oídos y el cabello galopando al ritmo de la brisa.
Un niño, la risa diáfana de la inocencia, sus ojos llenos de simple felicidad y sus manitos jugueteando con los dientes de león, lanzando al viento las semillas que se van volando libres y eternamente hacia el infinito.
Una anciana de mirada triste pero de abrazo cálido y su olor, ¡qué aroma más magnífico!. Tan embriagante y sublime que me dormiría entre sus brazos como si quisiera hacerlo para siempre.
Un beso sellando mis labios con un adiós interminable.
Un deseo de vida y si muriera ahora, una última imagen de paz, sumergida en una estela amarilla de sueños y recuerdos, aguardando tranquila.

martes, 15 de mayo de 2012

Taberna del Infierno

Esa hoja inerte que se vuelve viva mientras la sangre corre a su merced. Es el cuchillo del verdugo que llega una vez más a cobrar lo que se debe y a gozar el dolor que es lo único que cabe en su puñal.
Cuantas vidas llevadas a las oscuras tabernas del infierno, llamaradas que corren a recibir a los imbéciles que se cruzaron en su camino: borrachos, simples danzantes entre medio de ladrones y asesinos. Todos en una mezcla amoral que buscan salidas o quizás expiaciones de sus pasados inconclusos.
La sangre. Es lo que ahora veo que sale a borbotones, roja, pura, hasta sublime. La siento en todo el cuerpo y la boca se llena de sabor metálico, quitándome el aliento.
Ya no hay nada porqué luchar. Sólo me siento a esperar llegar adonde todos van. Con la mirada cansada, sin esperanzas y tal vez un pensamiento que se va para una madre que ahora está perdiendo a uno de sus hijos y aún no lo sabe.
Se acabó. El sufrimiento lo llena todo. Dolor. Rojo por todos lados. Luego paz.

Precipicio

Desde el precipicio no te puedo ver pero sé que estás esperando, acechando, como una fiera oscura y aterradora que lanza sus garras invisibles, que desea que tropiece para tenerme nuevamente. Sí, tengo claro que me extrañas.